El cordón umbilical de los lechones es el nexo de unión con su madre durante la mayor parte de la gestación en un ambiente totalmente aséptico, así como la base de su nutrición y desarrollo. Su rotura en el momento del nacimiento supone un riesgo potencial de infecciones ascendentes, que pueden desembocar en procesos sépticos (onfalitis, artritis, peritonitis…) que causan pérdidas económicas por mortalidad, gastos terapéuticos, retrasos del crecimiento y alteraciones en la toma de calostro e inmunidad del lechón. En las últimas tres décadas la producción porcina nos aporta notables avances en todos los campos del conocimiento, y por ende, una mayor productividad y eficiencia en la misma, siendo nuestro país uno de los top 5 del sector porcino mundial gracias a la profesionalidad de todos los actores que estamos implicados en el mismo.
PARÁMETROS DE MORTALIDAD
Hemos sido testigos de la mejora de prácticamente todos los parámetros productivos en los grandes pilares del porcino, Manejo del ombligo en lechones recién nacidos Antonio Palomo Yagüe Profesor asociado, Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid Patrocinado por JTPharma Imágenes cedidas por el autor como son la prolificidad, fertilidad y eficiencia alimenticia. No obstante, en los parámetros de mortalidad de las cuatro grandes áreas de la producción, hemos avanzado en las pérdidas de lechones desde el destete a la entrada a engorde y durante la fase de engorde, pero no así en la mortalidad de las cerdas reproductoras, en los mortinatos y en las bajas durante la lactación. Y es en este tercer apartado donde quiero pararme y reflexionar. Es cierto que hay una parte de mortalidad derivada del aumento del tamaño de la camada, como también no es menos cierto que los días de lactación son menores. En cualquier caso, mis dudas son que:
■ Difícilmente bajamos del 10 % de lechones lactantes muertos sobre el total de nacidos vivos.
■ La mortalidad durante los tres primeros días de vida de los lechones llega a ser del 80-85 % del total. Es decir, que el 80 % de los lechones lactantes se mueren en el 20 % del tiempo de lactación (Regla 80/20).
■ La mortalidad posterior a la semana de vida (10-15 %) es levemente evitable (aplastado accidental), o en su mayoría derivada de los problemas en los primeros días de vida (inviables, retrasados, enfermos, muertes súbitas, etc.).
Sabemos que el bienestar y cuidado de los lechones en lactación depende básicamente de sus condiciones del entorno físico e infraestructuras (tipos de suelos, modelo de parideras, espacios laterales, frontal y posterior), ambientales (temperatura, humedad, corrientes de aire), higiénico– sanitarias (vacíos sanitarios, limpieza/ desinfección, pautas de vacunación) y el manejo de los mismos, es decir de factores humanos (formación del personal que atiende partos y las salas de lactación). Trabajamos cada día para tratar de reducir dicha mortalidad de ese lechón en los primeros tres días de vida, con pautas de atención especiales a la toma de calostro en las primeras horas de vida, placas de calor, focos, nidos, papel, secantes, adopciones y cesiones, nodrizas, tratamientos preventivos antibióticos, antiflogísticos, etc. Pero el resultado es que cuando analizamos los datos cerrados en el tiempo, la tasa de mortalidad en las parideras se mantiene prácticamente fija a lo lago de los meses, en muchos casos, años. Por ello, me pregunto siempre que más cosas podemos hacer, y me remito al aforismo de “que si hago lo de siempre me va a ir como siempre”, por lo que decidí dar un paso más adelante.
SOLUCIONES PRÁCTICAS
Estamos llevando a cabo trabajos conjuntos en granjas de producción de diferentes tamaños censales, genéticas, ubicaciones y estados sanitarios, prestando especial atención al cuidado del cordón umbilical en los lechones recién nacidos por diferentes métodos de manejo, realizando el seguimiento y evolución de los parámetros productivos en la fase de lactación, y analizando los costes, llegando a unas primeras conclusiones, como son:
■ A mayor cuidado menor mortalidad en los primeros tres días de vida.
■ El corte y/o anudado del cordón umbilical no resulta resolutivo por sí solo.
■ Poner un clip a cada lechón no es práctico ni económico.
■ El uso de prácticas de desinfección por inmersión o pinceladas tiene lagunas en su modo de aplicación y eficiencia.
■ La aplicación tópica de soluciones especiales secantes y desinfectantes aporta varios beneficios: - Acción rápida. - Fácil aplicación. - Manejo constatable. - Bajo coste económico y elevado retorno. - Reducción infecciones (artritis y onfalitis). - Menor mortalidad. - Mejores rendimientos productivos. - Mentalización a personas del bienestar animal.
■ Consideramos necesario educar y formar adecuadamente a las personas responsables de atención a partos para el cuidado del cordón umbilical y su importancia en su calidad de trabajo, eligiendo aquellos con dicha aptitud profesional y personal para atender a los lechones en el momento del nacimiento.
Articulo tomado del documento: SUIS Nº 117 Mayo 2015
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